domingo, 11 de marzo de 2012

Capitulo 1

Ariana y Samanta, dos amigas que se conocieron un dia por casualidad por Twitter, iban a cumplir su sueño juntas. Era un día soleado, para toda la gente un día normal, pero para Ariana y Samanta probablemente sería el mejor día de sus vidas. En pocas horas estarían en un avion a Inglaterra, se iban a estudiar los tres años que les quedaban de instituto a Londres. Habian hablado de ese día durante mucho tiempo, habian planificado hasta el ultimo minuto que iban a pasar alli. Ariana, una chica de catorce años, morena con los ojos claros, una chica de lo más normal. Un poco timida, soñadora y con una imaginción desbordante. Muchas veces hablaban con ella pero no respondia, porque estaba en su mundo, mas allá de las estrellas, pensando en que su sueño iba a hacerse realidad en pocas horas. Samanta, tambien catorce años, morena, ojos marrones y muy alta para su gusto, una chica de los mas normal tambien. Su pasión, soñar que algún día conoceria a los cinco maravillosos chicos de su banda favorita. Lo que estas dos chicas no sabian todavia, es que cuando aterrizaran en Londres, sus vida cambiarian por completo.
Llegó la hora; se subieron al avión, se sentaron en sus asientos, el avión despegó. 
 - Estoy muy tensa, ¿que pasa si no nos acostumbramos a vivir alli? Vamos a estar TRES años allí sin volver a nuestras casa ni una sola vez - dijo Samanta.
 - Tranquila, seguro que nos va bien. Y tal vez conozcamos a Hazza, o a Louis. O quizas nos encontremos a Niall en Nando's, quien sabe - dijo Ariana.
 - Bueno, les vamos a conocer, eso está claro, las entradas para el concierto del 4 de abril del año que viene son nuestras y de nadie más - dijo sonriendo Samanta.
Las dos chicas se pusieron a reirse, y emocionadas y nerviosas se pusieron a cantar todas las canciones de One Direction, hasta que una de las azafatas les dijo que se callaran, entonces se rieron aun más. 
Después de una hora y media hablando sobre todos y cada uno de los planes que tenian, el avión aterrizó. Ya estaban en Londres. Salieron del aeropuerto y cogieron un taxi que las llevo hasta la casa que habian alquilado. En la puerta de la casa habia un señor bajito y regordete esperando. Ellas pagaron al taxista, se bajaron y hablaron con el señor, que les entregó las llaves y se fue.
Samanta, con las manos temblorosas, abrio la puerta muy despacio. 
 - ¡Uaaaaaaauh! - dijeron a las vez - esto es increible.
Las paredes de la casa estaban pintadas de un color verde claro, los muebles eran blancos y justo en frente de la puerta, estaban las escaleras que iban al piso de arriba. En la planta de abajo estaban el salón en el que habia una chimenea enorme, la cocina, un baño y una habitacion pequeña con un escritorio y un ordenador portatil.
En la planta de arriba habia otro baño, una habitacion con una cama matrimonial y dos habitaciones con dos camas cada una, y una de ellas con tele. Tambien habia una sala con una television de plasma y dos grandes sofas de color verde. 
 -¿En que habitación nos instalamos? ¿En la que tiene tele no? - preguntó Ari.
 - Vale - dijo Sam - pero, ¿qué te parece si antes vamos a comer algo y a comprar comida para esta semana?
 - Vale, me parece bien - dijo Ari.
Estaban bajando las escaleras y cogiendo sus chaquetas cuando alguien llamo a la puerta. Se miraron y miraron hacia la puerta. 

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